| Museo |
Museo Juan Cabré
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| Inventario |
0224
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| Clasificación Genérica |
Creencias y religión
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| Objeto/Documento |
Exvoto
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| Materia/Soporte |
Bronce
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| Técnica |
Fundición a la cera perdida
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| Dimensiones |
Altura = 54,30 mm; Anchura = 12 mm; Peso = 18,20 gr
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| Descripción |
Figura de gran cabeza, desproporcionada y de forma triangular. Nariz prominente, ojos marcados mediante burdas incisiones y la boca como una mueca realizada mediante un limado. Muestra algo de cuello y el cuerpo es fusiforme. Los brazos se hallan estirados y pegados al cuerpo con las manos extendidas. Piernas cortas, juntas y terminadas en un único muñón que quieren significar los pies. Los brazos exageradamente largos, se representan mediante un ligero relieve y en cuanto a las manos, se representan los dedos. Se han querido diferenciar los pies del cuerpo mediante una contundente acción de limado. Distintas tonalidades de color verde y algunas zonas marronosas. Pieza muy erosionada, metal inestable y conservación deficiente.
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| Contexto Cultural/Estilo |
Horizonte Ibérico Tardío
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| Datación |
300[ac]=101[ac] (Siglos III-II a.C.)
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| Lugar de Producción/Ceca |
Santa Elena (Sierra Morena de Jaén (comarca), Jaén)
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| Descriptores Geográficos |
España
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| Uso/función |
Ritual o votivo. Los íberos ofrecían a sus dioses estas figurillas o exvotos con formas diversas, en agradecimiento de un beneficio o para implorar una curación personal o propiciar un bien.
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| Bibliografía |
ÁLVAREZ OSSORIO, F.. Catálogo de los exvotos de bronce ibéricos. Volúmen I y II. Museo Arqueológico Nacional. Madrid. 1941.
CALVO, I.; CABRÉ, J.. Excavaciones y Collado de los Jardines (Santa Elena, Jaén). Memorias de la Junta Superior de Excavaciones. Campañas 1916-1917 y 1918. Madrid, 1917-1918 y 1919. 1916.
GARCÍA BELLIDO, A.. Arte Ibérico en España. Ed. Espasa-Calpe. Madrid. 1980.
LANTIER, R.. Bronzes votifs ibériques. París. 1935.
NICOLINI, G.. Bronces Ibéricos. Ed. Gustavo Gili, S.A. Barcelona. 1977.
NICOLINI, G.. Les Bronzes Figurés des sanctuaires Ibériques. Bibliothèque de L, École des Hautes Études Hispaniques, XLI. Presses Universitaires. París. 1969.
PRADOS, L.. Exvotos Ibéricos de bronce del Museo Arqueológico Nacional. Ministerio de Cultura. Madrid. 1992.
PRADOS, L.. Exvotos ibéricos de bronce: aspectos tipológicos y tecnológicos. Trabajos de Prehistoria, 45. 1988. pp. 175-199.
PRADOS, L.. Los exvotos anatómicos del Santuario Ibérico de Collado de los Jardines (Santa Elena, Jaén). Trabajos de Prehistoria, 49. 1991. pp. 313-332.
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| Clasificación Razonada |
Período tardío ibérico de Nicolini.
Gérard Nicolini clasifica estos exvotos cronológicamente según el estilo e iconografía:
-Perido Arcaico Ibérico ( siglo V a.C.): se caracteriza por la presencia de figuras de jinetes, hombres tonsurados o con diademas, vestidos con largas túnicas o trajes con una serie de volantes; guerreros con túnicas cortas; las mujeres suelen aparecer con mitras, cubiertas con velo y vestidos largos con cola.
-Período Medio Ibérico (siglo IV-III a.C.): estilización y esquematización de las figuras, aparecen guerreros desnudos y desnudos mixtos reconocibles por la la representación de sus respectivos genitales.
-Período tardío ibérico (siglo III-I a.C.): representaciones más naturales de las figuras, se abandona el hieratismo y frontalidad orientalizante, las estatuillas se elaboran con más volúmen en sus vestidos y con más expresión de sentimientos.
La técnica de fabricación de los exvotos era la fundición llamada a la cera perdida que fue la manera corriente de fabricarse los bronces votivos en la Hispania Prerromana. En estas figuras están representados fieles de todas las clases: mujeres, varones, guerreros, etc...
Entre los exvotos ibéricos no se encuentra ninguno que represente a los dioses propios de su religión, ya que en ella el íbero busca ante todo una utilidad práctica.
La religión ibérica seguramente desconoció el sacrificio de víctimas, en los santuarios salvo quizás el de palomas. La ofrenda sería el propio exvoto, en el que el devoto trata de perpetuar su presencia ante el numen. Esta religión tuvo un gran conservadurismo, no sólo en no dejarse influir por las divinidades de pueblos colonizadores, sino en no darse fenómenos de sincretismo en los santuarios. En cuanto a los exvotos, los artistas ibéricos no sólo no modifican lo temas recibidos, sino que les dan un carácter estático, repitiendo los modelos arcaicos consagrados por la tradición y copiándolos hasta el infinito.
Sin embargo, aunque en los santuarios ibéricos no hay asimilación a ningún dios griego o romano, si que sufrió una influencia de las religiones mediterráneas en cuanto al aspecto del culto: el empleo de exvotos. Este aspecto se encuentra en todo el Mediterráneo y los bronces ibéricos obedecen a prototipos mediterráneos, griegos o etruscos. Son normalmente de tipo personal, recuerdo de una curación o favor especial alcanzado o deseado de la divinidad a la que se ofrece, en esto son análogos a los exvotos de los santuarios griegos y sicilianos.
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